martes, 3 de julio de 2012

Decálogo de la Abogacía


I.Estudia. El Derecho se transforma constantemente.
Si no sigues sus pasos serás
cada día un poco menos Abogado.

II. Piensa. El derecho se aprende estudiando
pero se ejerce pensando.
 
III. Trabaja. La abogacía es una ardua fatiga
puesta al servicio de la Justicia.


IV. Lucha. Tu deber es luchar por el derecho,
pero el día en que encuentres en
conflicto el Derecho con la Justicia, lucha
por la Justicia.


V. Sé leal. Leal con tu cliente al que no debes abandonar hasta que comprendes
que es indigno de ti. Leal para con el
adversario aun cuando él sea desleal contigo. Leal para con el Juez que ignora los hechos y debe de confiar en lo que dices y en cuanto al Derecho alguna que otra vez debe de confiar en lo que le invocas.


VI. Tolera. Tolera la verdad ajena en la
misma medida en que quieres que sea
tolerada la tuya.

VII. Ten paciencia. El tiempo se venga de las
cosas que se hacen sin su colaboración.

VIII. Ten fe. Fe en el derecho como el
mejor instrumento para la convivencia
humana; en la Justicia como destino
natural del Derecho; en la Paz como sustitutivo
bondadoso del Derecho y, sobre
todo, ten fe en la Libertad sin la cual no
hay Derecho, ni Justicia, ni Paz.

IX. Olvida. La abogacía es una lucha de pasiones.
Si en cada batalla fueras llenando
tu alma de rencor llegaría un momento
en que la vida sería imposible para ti.
Concluido el combato olvida tan pronto
tus victorias como tus derrotas.


X. Ama a tu profesión. Trata de considerar
la Abogacía de tal manera que el día que
tu hijo te pida consejo sobre su destino
consideres un honor para ti proponerle
que se haga abogado.